Un trabajo verdaderamente exigente fue el desarrollo de este proyecto, en todas sus fases, por la pretensión y expectativa del cliente en lograr un producto de alta calidad y por la libertad en que nos permitieron trabajar y proponer ideas.

El programa no era fácil, ya que como toda casa de fin de semana en un terreno de 2 hectáreas, invita a hacer convivir espacios para la recreación y el disfrute con espacios que requieren mayor tranquilidad e intimidad.

Es por ello que el primer planteo que propusimos fue una casa dividida en dos volúmenes bien diferenciados. En un ala se ubica toda el área publica y en la otra los dormitorios.

Es una tipología no convencional pero muy racional en términos funcionales. Por suerte el cliente valido la idea y se sumó al desafío y a la aventura de generar una casa original en términos de planteo.

Los patios que conectan ambos volúmenes hacen de puerta de entrada a la casa, logrando un impacto fuerte desde el comienzo, con visuales profundas y casi apropiándose de un pedazo de naturaleza dentro de la casa.

La materialización de estas ideas a través del hormigón, la madera y el vidrio es perfecta, ya que la liviandad de los ambientes hace que se relacionen muy sutilmente el paisaje con los espacios interiores.

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